A mis queridos lectores:


Después de una larga creación para finalizar el nuevo proyecto I.Bck, o llevarlo a un campo abierto donde la visibilidad de mis escritos sea de mayor amplitud, con el fin de expandir mi palabra, sin importar el núcleo o las diferencias que se nos imponen. Me dirijo a ustedes, para agradecer la oportunidad de hacer oír lo que añoraba hablar y detesté callar.

Jenya I.Bck

viernes, 20 de mayo de 2011

SOY YO LUZBEL, TU MARÍA MAGDALENA PENITENTE:


Soy yo Luzbel, tu María Magdalena penitente:


Por un momento me imaginé despertar contigo, lejos de todo aquello a lo que no pertenecemos, bajo la tempestad de un cielo gris con una luz brillante entre las nubes más oscuras. Similar a nosotros una pasión interminable por nosotros en un futuro incierto, dentro de las mentiras y las injusticias que envuelven a dos personas que jamás querían irse.

En mis sueños, Luzbel te he llorado y aún sigo llorándote en la más remota felicidad que nos espera. La paz entre nosotros que llega con el silencio ajeno.

Como Marius Pontmercy quien le escribe una carta al corazón indomable de Cosette, declarando su muerte antes de tiempo, por entregar el alma ,que ella había despreciado, a la República.

Yo amado mío, espero que dentro de este luto, la vigilia perpetua no haya cesado, que aunque mis noches se mueran en el intento, mis días se apacigüen con las lluvias de verano, siempre, siempre y eternamente este alma penitente en desgracia por aferrarme a las banalidades en tu ausencia, pedirá clemencia al tiempo, al tiempo y sólo a ese tiempo del que hablas, que es preciso olvidar para renacer entre nosotros el perdón.

Reconozco que he predicado la libertad y el honor, pero he sido esclava de mi conciencia y arrepentimiento, pero quiero liberarme, purgarme del maldito recuerdo entre tu y la distancia.

Mejor que nadie sabes, que estoy cayendo el abismo entre la realidad y la ilusión, construyendo un puente a la esperanza que nos sostenga en la totalidad entre esas oscuras nubes.

Te extraño tantísimo, cuando besas estos labios que tiemblan al verte partir, porque tengo miedo de que sea la última vez que me has querido. Y así trato de mantener mi mente con una imagen desconocida de nosotros, creciendo en mis entrañas un varón igual a ti. Un regalo al mundo, a las mujeres como yo, imposibles de perdonar, que anhelan una última oportunidad.

Soy yo Luzbel, tu María Magdalena que te llora hasta el desasosiego después de que has sido crucificado, que me has librado de las piedras que merecía.

¿Qué soy yo sin ti?, un Marius sin su Cosette, alguien que entregará su vida a las barricadas de la muerte.

Oh, abrázame y no te rindas, todavía me queda la sonrisa al verte llegar.

J.I.Bck