LA VIGILIA PERPETUA:

LA VIGILIA PERPETUA:


Antes de conocerte había un abismo entre lo superficial y la esencia de todo lo visible e invisible, entre el mal uso de las terminologías con tu enciclopedia que situaba la verdad en los contextos y mis palabras sin peso alguno a la hora de las situaciones que lo merecían, pero sobre todo el más grande de los huecos entre la verdadera naturaleza del hombre y yo. Un día me advertiste del abismo para no caer, pero aquel día que partiste me dejaste la barrera más grande que jamás ha separado a una mujer del perdón.

No existía la fuerza sin el capital amparándote, no había guerras de gloria, sino de intereses, no había dolor a excepción de las causas banales, no había amor, traición, compasión, odio, deseo, ni incertidumbre. No se hallaba nada en el mundo más que tesis, antítesis y su resultado final la síntesis.

Pero sobre todo Luzbel, mi memoria era mi inconsciente, pero nada presente y de utilidad, consecuentemente faltaba la conciencia como historia, porque no había olor música, colores o sentimientos que entraran en un repertorio del carácter humano, nada parecía estar ligado a nada, todo era obra de Dios, como en un siglo empapado por tinta china que había esparcido un intérprete mezquino de la vida de los hombres.

Con silencios no gratos, cubrías los campos vacíos donde no podías responderme y de mármol construyes en ocasiones el futuro, pero olvidas que aunque sea sólido, es frágil y frío. No es justificación ¿ Pero que aliento podría darme la frialdad de tu progresismo, mientras observo como creces sin mi desde un tercer plano, lejos de ti, y tan cerca de la muerte?, esa sierpe que me acecha cada vez que huyes del triste presente de inutilidad. Eso pasa cada vez que tratas de escapar del presente y verte como ``el hombre´´ dejas arsénico que filtra en los armarios, un olor que me invita a abrazar al pasado, pero cuando estiraba los brazos para encontrarte… nada más estaba frente a mí, el abandono y el hueco entre las escaleras como la solución. Decías que me quería demasiado como para desprenderme de la vida. Es en parte cierto y te diré que tanto amo de mí, esa parte tuya impresa en lo racional y emocional de ésta mujer atrofiada por la búsqueda de lo supremo, ese monstruo que has creado en las entrañas de mi alma, sedienta y hambrienta de glorificar un infierno.

En el fondo querido mentor, sabes que soy la loca que escapa del mundo y de la realidad, que busca la pulcritud en los escombros, la claridad en la noche y la verdad entre las mentiras.

Eres el lobo del hombre y jamás tuve miedo, pero cuando la soledad te azote, el día que tu manada te abandone, con esos ideales que te envuelven, que matan en vida, aúlla, busca la luna que algún día iluminó tu noche más oscura y ahí estaré protegiendo tu sueño mientras cumplo la vigilia perpetua por los pecados que he cometido en el intento de salvar al hombre.